EL CLAVEL (poema)
 
Fue al surgir de una duda insinuativa,  cuando hirió tu severa aristocracia,  como un símbolo rojo de mi audacia,  un clavel que tu mano no cultiva.  __ Quizás hubo una frase sugestiva,  o viera una intención tu perspicacia,  pues tu serenidad llena de gracia  fingió una rebelión despreciativa  __ Y así, en tu vanidad, por la impaciente  condena de un orgullo intransigente,  mi rojo heraldo de amatorios credos  __ mereció, por su símbolo atrevido,  como un apóstol o como un bandido,  la guillotina de tus nobles dedos. ___________________  Evaristo Carriego
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
