Octubre (poema)
 
Ya empiezas a dorar, octubre mío,  con las cimas del huerto, ésas —distantes—  del pensamiento a cuyas frondas fío  la sombra de mis últimos instantes.  . Corazón y jardín tuvieron, antes,  cada cual a su modo, su albedrío;  pero deseos y hojas tan brillantes  necesitaban, para arder, tu frío.  . Aterido el vergel, desierta el alma,  más luz entre los troncos que despojas  a cada instante, envejeciendo, veo.  . Y en el cielo ulterior, de nuevo en calma,  cuando terminen de caer las hojas  miraré, al fin desnudo, mi deseo. ___________________ Jaime Torres Bodet