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giovedì 28 luglio 2011

La Sed Insaciable (poema)

Decir adiós. La vida es eso.
Y yo te digo adiós, y sigo.
Volver a amar es el castigo
De los que amaron con exceso.
.
Amar y amar toda la vida,
Y arder en esa llama.
Y no saber por qué se ama
Y no saber por qué se olvida.
.
Coger las rosas una a una,
Beber un vino y otro vino,
Y andar y andar por un camino
Que no conduce a parte alguna.
.
Sentir más sed en cada fuente
Y ver más sombra en cada abismo,
En este amor que es siempre el mismo,
Pero que siempre es diferente.
.
Porque en sordo desacuerdo
De lo soñado y lo vivido,
Siempre, del fondo del olvido,
Nace la muerte de un recuerdo.
.
Y en esta angustia que no cesa,
Que toca el alma y no la toca,
Besar la sombra de otra boca
En cada boca que se besa.

La dama de las perlas (poema)

Yo he visto perlas claras de inimitable encanto,
De esas que no se tocan por temor a romperlas.
Pero sólo en tu cuello pudieron valer tanto
Las burbujas de nieve de tu collar de perlas.
Y más aquella noche del amor satisfecho,
Del amor que eterniza lo fugaz de las cosas,
Cuando fuiste un camino que comenzó en mi lecho
Y el rubor te cubría como un manto de rosas.
Yo acaricié tus perlas, sin desprender su broche,
Y las vi como nadie nunca más podrá verlas,
Pues te tuve en mis brazos, al fin, aquella noche
Vestida solamente con tu collar de perlas.

Amo las cosas hermosas...(poema)

Amo las cosas hermosas,
Las busco y las adoro;
Son la mejor alabanza para Dios,
Y para el hombre de estos apresurados días
Son el mayor honor.
También yo haré algo
Y disfrutaré de ellas mientras tanto,
Aunque mañana parezcan ser tan solo
Como palabras de un sueño
Débilmente recordado al despertar.

Ausencia...(poema)

Habré de levantar la vasta vida
Que aún ahora es tu espejo:
Cada mañana habré de reconstruirla.
Desde que te alejaste,
Cuántos lugares se han tornado vanos
Y sin sentido, iguales
A luces en el día.
Tardes que fueron nicho de tu imagen,
Músicas en que siempre me aguardabas,
Palabras de aquel tiempo,
Yo tendré que quebrarlas con mis manos.
¿En qué hondonada esconderé mi alma
Para que no vea tu ausencia
Que como un sol terrible, sin ocaso,
Brilla definitiva y despiadada?
Tu ausencia me rodea
Como la cuerda a la garganta,
El mar al que se hunde.