Narciso (poema)

Asomado a la fuente ve que el agua le mira con el trémulo asombro de su propia belleza. Los ojos ya no pueden rescatar la mirada que ha olvidado en las redes hialinas del espejo. Nunca nadie en la tierra quedara como él, ensimismado en el reflejo fiel de su hermosura, nunca nadie perdiera como él la certeza de las horas, fijo en la verde orilla e inclinado sobre el tiempo sin tiempo de su imagen. Y cuando acerca el beso a los labios que ascienden, no sabe cómo cae, cómo huye por fin su desbordado amor entre las ondas. La flor que así lo cuenta lleva su nombre gualda entre las manos. ____________ Meira Delmar