La Rosa Blanca (poema)
 
  ¿Cuál de las hijas del verano ardiente,  cándida rosa, iguala a tu hermosura,  la suavísima tez y la frescura  que brotan de tu faz resplandeciente?   La sonrosada luz de alba naciente  no muestra al desplegarse más dulzura,  ni el ala de los cisnes la blancura  que el peregrino cerco de tu frente.   Así, gloria del huerto, en el pomposo  ramo descuellas desde verde asiento;  cuando llevado sobre el manso viento   a tu argentino cáliz oloroso  roba su aroma insecto licencioso,  y el puro esmalte empaña con su aliento.
 
 
 
