Vita nuova (poema)
 
Detúveme junto al mar inmemorial             hasta que el rocío de la olas cara y cabellos empapara;             los rojos fuegos luengos del día agonizante  ardían en el Oeste; soplaba el viento horrible  y huían hacia tierra clamorosas gaviotas:             «¡Ay!» grité, «mi vida llena está de dolor,             ¿quién puede cosechar fruto o grano dorado  de estos páramos que sin cesar duramente trabajan?»  Mis redes se abrían enormes con roturas y fallas;             sin embargo, como un último esfuerzo,             en el mar arrojélas y aguardé el final.  Entonces, ¡oh gloria súbita!             de las aguas negras de mi pasado torturado  ...
 
